29 de noviembre del 2010
El Yaraví es un género musical muy hermoso con el que cuenta nuestro país y constituye la expresión más intensa del sentimiento amoroso, a la vez que es el canto del dolor más profundo que existe en el folclore americano. Constituye belleza, fuerza de inspiración, hondura del sentimiento, nobleza, con las inflexiones.
El folclore musical de Arequipa se identifica con el Yaraví. El Yaraví es un genero de canto no bailable que deriba de harawi de los incas.
En los Yaravíes, el acompañamiento de las guitarras no sólo refuerza a las voces, sino que las introduce al canto e Intercala la interpretación de las estrofas. El tema expresivo de las yaravíes arequipeños es el de las penas por un amor inalcanzable o no correspondido.
El Yaraví arequipeño es canción y, como tal, es una riquísima e indisoluble culminación de música y versos.
El Yaraví, en la época de Mariano Melgar, recorrió el sur del Perú y el Alto Perú hasta Tucumán y al morir el héroe de Humachiri, se tornó en símbolo no sólo del amador romántico y de su Silvia la bella María Santos Corrales inalcanzable, sino de Arequipa misma, rebelde, revolucionaria y patriota.
Compositores
Los poetas del romanticismo peruano compusieron yaravíes, dando este nombre a composiciones breves, amorosas y melancólicas por recuerdo de la lírica indígena. Uno de los mayores compositores de las letras de éste género es Mariano Melgar (1790-1815). A lo largo de los siglos XIX y XX, Arequipa, ciudad apegada a los principios liberales y cívicos, experimentó revoluciones de alcance regional y nacional a cuyo fragor, autores anónimos compusieron muchos de los más hermosos yaravíes; inspirados por la temprana y heroica muerte del poeta romántico (Melgar), muchos de estos compositores populares tomaron las letras de sus poesías, inmortalizando su figura no sólo como precursor de la poesía romántica latinoamericana, sino como ícono fundacional del nuevo yaraví mestizo.La canción más conocida de este estilo es "El cóndor pasa", una canción tradicional que inspiró una obertura sinfónica del compositor peruano Daniel Alomías Robles y que fue popularizada en los Estados Unidos por el dúo Simon & Garfunkel. Otro yaraví muy famoso y bello es "La despedida", la letra fue escrita por el médico moqueguano Lino Urquieta. Urquieta fue uno de los mayores líderes de los liberales de inicios del s XX en Arequipa, donde residía. Fue deportado en 1904 a Bolivia, producto de la intensa gesta liberal revolucionaria de la Blanca Ciudad. Un bardo anónimo canta su poema "Despedida", poniéndole música en un sentido yaraví.
La dicción ha sido escrita de diversas formas: haraui, haráhuy, araví. La versión más correcta de los orígenes de la palabra es la que presenta al yaraví como la deformación del vocablo quechua harawi el cual significaba "cualquier aire" o "cualquier recitación cantada".